Vivir bien.
Tenemos todos encima de la
mesa un debate: “Vivir bien”.
Como digo a menudo la perspectiva
es fundamental para analizarlo.
Esa perspectiva nos la da la distancia
junto a la experiencia de los fracasos vividos, digo fracasos para no utilizar
la palabra “errores” que parece menos cruel, y no quiero disimular nada.
¿Qué debemos considerar vivir
bien, las posesiones materiales o las morales?
He comprobado observando a lo
largo de mi vida que la virtud paga con una vida intensa si sabes entenderla
y vivirla en su abundancia de bienes…
Vive en virtudes y no en
maldades…
Desecha toda amistad
corrosiva que se jacte del vivir en vicio, pues solo te contaminará y no te
aportará nada.
El vicio no es solo el carnal,
es la corrupción que es compañera indisoluble al vicio, es la traición, incluso
a uno mismo y a la sociedad en su conjunto.
El vicio y los viciosos se
apoderan del poder para adquirir más vicios en un bucle sin final…
El poseer bienes no te dará
bienestar por sí mismos, sino el uso que hagas de ellos, comparte, dona si
tienes mucho, reparte como el campesino que siembra grano en tierra fértil no
en eriales y terrenos contaminados…
Los viciosos suelen repetir jactanciosos:
"sí vivirás más pero porque se te hará más largo y aburrido…"
En el tiempo he comprobado
como esos jactanciosos de su vicio, caían abatidos por el vicio y sus secuelas…
Cuantas personas son
abducidas por el marketing de la “industria viciosa” ante un espectáculo de
luces destellantes, carrozas de humanos procaces y promiscuos y ropas vistosas, pero detrás de un
maquillaje… se oculta el troyano destructor de la sociedad humana y de los
mismos humanos que como las moscas caen presas sus patas en la miel.
¿Realmente les mereció la
pena?
Vive para el Bien para VIVIR
mejor.
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