Minimalismo en las relaciones sociales.

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 Entradilla sacada del blog Superate a ti mismo.

El minimalismo es un camino para avanzar más ligero hacia las metas. Es una forma de vida, un estilo que libera el peso de la tradición, de los hábitos e incluso de la cotidianidad.

Hasta ahora he reflexionado sobre el minimalismo siempre desde el aspecto del consumo y de la manera de vivir con el consumo controlado, austero, ligero de peso…

Incluso en la alimentación, ahora más natural y comedida…

¿Es la gula una actitud no minimalista de alimentación?

Estoy notando que mi nuevo hábito de minimalista está impregnando todos los demás aspectos de  mi vida, ya poniendo en valor la calidad y el número de eventos a los que asisto, de los “amigos” y asiduos cotidianos, de la política y en definitiva en todos los aspectos…

Incluso las redes sociales están siendo afectadas por esta deriva mía.

Pero el aspecto minimalista de las relaciones humanas, siendo el  humano un animal social y gregario, es también importante, puesto que la relación social esta íntimamente relacionada también al consumo.

Una de las celadas más conocidas de la drogadicción, del alcoholismo, es precisamente el componente social y gregario que subyace detrás del intento de pertenecer a un grupo determinado el que lleva a adoptar usos y costumbres perniciosos…

Si una parte importante del minimalismo es el consumo y las posesiones necesarias y útiles, ¿No lo son así mismo las relaciones sociales?

¿Es minimalista la asistencia a multitudinarios eventos?

¿El pertenecer a un populoso movimiento ciudadano (partido político, plataforma ciudadana o cualquier otro grupo social) es compatible con una actitud minimalista?

No es incompatible en mi opinión…Aunque lo considero improbable.

La misma esencia del minimalismo le aparta de lo multitudinario.

Aunque yo personalmente crea conveniente, necesario y deseable que esta filosofía de vida se extienda por todo el mundo, puesto que veo en el minimalismo valores muy buenos en sus consecuencias para el ser humano en la consecución de las metas benéficas que buscamos los minimalistas.

Soy más partidario de la reunión de un grupo pequeño de humanos en reflexión, que de las grandes masas de humanos sin reflexión…

Creo que es más efectiva la pequeña asamblea de humanos en reflexión que la masiva participación en una discusión…

Me dejan impertérrito las  razones de legitimidad de las grandes manifestaciones humanas aducidas por parte de los políticos…

Si asistieron muchos o pocos…eso no me indica nada.

¿Pues cuántas personas de las asistentes a esas manifestaciones viven el día a día en coherencia con lo que se manifiestan?

Últimamente presto más atención a blogs y foros participativos donde los ciudadanos exponen sus opiniones, que a las estadísticas y encuestas masivas y anónimas que nos “cocinan” desde el “establisment”.

No miro ya la cantidad de seguidores que tiene, ni las visitas que dice tener…Esas no me importan, es el contenido y el mensaje que desea compartir.

Estoy convencido que si tenemos una posibilidad de una sociedad mejor, será a través de la aportación individual, reflexionada y puesta en práctica por cada uno en sí mismo primero y derivada al resto de la sociedad por ósmosis social.