Medir el éxito.
Esa medida es siempre
subjetiva.
Lo medimos con respecto a
unos parámetros predefinidos…
Pero no estamos acertados,
debemos medir con respecto al momento que comenzamos, desde esa posición
podremos observar si hemos adelantado con respecto a la salida mucho o poco,
puesto que si comparamos con lo que nos falta para la meta nos puede parecer
que no nos hemos movido (sobre todo si nos hemos puesto una meta muy
ambiciosa).
Para algunos el simple
sobrevivir es un éxito descomunal…
Para el ambicioso, no haber ganado 1000 y sólo haber
ganado 100 significa un fracaso.
Cuando quieras evaluarte,
mira desde dónde partiste, observa por donde vas y estarás más acertado.
Personalmente hace 5 años
partí de 50€, sin techo sobre mi cabeza, una salud lastimosa y sin visualizar
una salida…
Hoy he salido de mi casa (que
pago puntualmente), me he encaminado a realizar compras para proveer mi frigorífico
a la tienda más cercana del barrio mientras caminaba abrigado bajo los -1º centígrados
de ambiente y una incipiente nevada…
Mi salud ya es muy razonable
para una persona de mi edad…He mirado hacia atrás desde donde partí…y lo puedo
calificar de un éxito.
He crecido como ser humano,
pronto celebraré mi tercer aniversario de creación del blog, ese desde donde
lucho por mantener las libertades de los otros como medio de mantener mi propia
libertad.
Todo por mi propia tenacidad
y empeño, pero con el auxilio de la Providencia…
El éxito lo mido por lo
avanzado, no por lo que falta para las cumbres lejanas que vimos al partir, -me
estoy refiriendo al artículo Los tres senderos que publiqué, ignoro si lograré
pasar de los riachuelos del valle, si pasaré el árido desierto y podré escalar
las cumbres…
Pero eso no me importa, lo
importante es que camino y hago mi propio sendero.
Comentarios
Publicar un comentario