“Operación: Coste cero”
A lo largo del tiempo (mucho
tiempo), he estado atesorando restos de equipos rotos u obsoletos, como
componentes electrónicos, artefactos varios (cargadores de móviles,
transformadores y materiales discretos y lo que recojo de lo que tiran mis
vecinos, que desguazo para recuperar cosas que pueden ser útiles…)
Ha llegado el momento preciso
de hacer “real mi deseo”.
Por circunstancias del
presente, dispongo de los medios y la voluntad de realizar lo que siempre he
deseado: “mi propio taller de reciclaje” y a ello me he puesto a la tarea, la
llamaré “Operación: Coste cero”.
Todo con material reciclado,
desde mis antiguas herramientas, (algunas como los polímetros absolutamente
“vintage” hasta el resto de aparatos de laboratorio son todos auto construidos
con componentes de hace décadas en perfecto estado de uso).
He desempolvado mis viejos
tratados de electrotecnia, y uso una vieja y desechada mesa de ordenador
(grande, pues era de un ordenador de los 80) que se ha convertido en una
estupenda mesa de laboratorio.
Con dos “burriquetas” de 6€ y
una tabla de 2metros por 1
metro de ancha y de 20mm de grosor de agromelado de una
obra me he dotado de una mesa estupenda de trabajo.
Cuando miro el resultado, me
place mucho.
Disfruto sentado a la mesa,
diseñando algún dispositivo, o reparando algo ya descartado, e incluso
mejorándolo si ello es posible, sin buscar plusvalías, solo el hecho mismo de
crear.
Lo magnifico es que estoy
recuperando conocimientos ya oxidados, incluso aumentándolos, hoy dispongo de una
herramienta que hace años no tenía: INTERNET.
Décadas atrás, los catálogos
y demás manuales eran muy difíciles de adquirir y de un costo muy elevado para
muchas personas, lo que te limitaba mucho, pero hoy INTERNET nos lo pone en
casa.
No tengo prisa, como el
antiguo artesano, solo busco el trabajo bien realizado, cada logro lo celebro
con verdadera satisfacción, todo es muy estimable para mí.
Me he propuesto usar solo lo
disponible a coste cero en cuanto a componentes, a los que les doy una “nueva
vida” y un nuevo uso.
Como ejemplo:
A partir de equipos obsoletos:
Un cargador de batería de
nic/cad.
Un amplificador.
Un detector de frecuencias
magnéticas.
Un detector de cables
enterrados bajo tensión.
Un detector de micrófonos
ocultos.
Una emisora en FM.
Un imantador/ desmagnetizador
de gran potencia para herramientas.
Proyectos inmediatos:
Puesta a punto de un
Superheterodino del año 1950.
Puesta a punto de un plato
amplificador de disco de vinilo del año 1970.
Puesta a punto de una pletina
grabadora reproductora / amplificadora de cintas de cassetes del año 1972.
Y… lo que la imaginación me
dicte.
Siento verdadero placer en el
estudio nuevamente, esta vez sin presión ninguna, no tengo que alcanzar ninguna
plaza ni oposición, simplemente uso mis conocimientos y los amplío con los
medios nuevos de que dispongo, y eso me basta.
Mi último éxito ha sido el “resucitar”
un “moderno” mini receptor de radio descartado y roto.
¡Gran placer escuchar como
después de tanta destrucción, vuelve a
la vida, con gran calidad de sonido!
Era portátil; estoy valorando
el convertirlo en algo de aspecto diferente.
Estoy rodeando mi existencia
vital de toda clase de objetos útiles, descartados por no rentables su reparación,
pasados de moda según criterios de hoy, de este hoy consumista que tanto daño
nos está haciendo, pero todos ellos sin obsolescencia programada interior, solo
necesitados de un poco de atención, algo de maña y de menos criterios “estéticos
a la moda”.
¡Enhorabuena! Sin duda arreglar algún cacharro que alguien ha desahuciado o modificar o incluso crear algún aparato proporciona una satisfacción inmensa. No soy muy manitas aunque he hecho mis pinitos, y la experiencia de hacer revivir cualquier artilugio te hace saltar de la silla; pareciera que ha resucitado un muerto :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Desde que me enamoré de la reparación, allá por los 60, hoy es cuando más medios tengo, en conocimientos y herramientas personales, pues las del laboratorio donde estuve unos años no los cuento, que allí disponía de almacén de componentes y equipos adecuados para los diagnósticos y reparación de aparatos muy complejos.
EliminarRespecto al placer de la “resucitación” de un cacharro descartado, quizás tenga algo que ver el que yo mismo sea un “cacharro descartado” por la sociedad mercantilista.
Y efectivamente, salto de la silla cada vez que lo consigo…
Ahora en este “minimalismo reciclador” uso más del ingenio y de la inventiva que de los medios, cada problema suscita un reto de ingenio para saltarlo, y esto es de lo más satisfactorio, y siempre termino con una sonrisa en la cara.
Gracias por comentar amigo Luís, un abrazo grandote.
Alberto