Simulacro de emergencia

Nos sugiere Omar Carreño en su post en Análisis Minimalista que realicemos un simulacro de mudanza, para de ese modo visualizar y tomar en cuenta la cantidad de cosas que acumulamos.

Yo voy a ser más radical, la mudanza es solo el desplazamiento organizado, consensuado con la familia, pero en ningún momento es perentorio.

Yo propongo algo que soñé hace un tiempo:

“Estaba en la estancia principal de la casa, cuando me apercibo que el suelo se está desplazando y ya existe una grieta de un centímetro que separa el suelo de la tabiquería, me pongo en contacto con el departamento de emergencias de bomberos, éstos me dan la orden de evacuar el edificio inmediatamente, me dicen textualmente: ¡Tome sus documentos y dinero y salga!

Meto en una mochila el dinero en efectivo de que dispongo, los documentos de identidad, bancarios etcétera, las medicinas de mi mamá y cargo con todo al mismo tiempo que voceo por la escalera a mis vecinos la emergencia que hay”.

No es lo mismo una mudanza que una emergencia, lo  mismo que no es lo mismo una limpieza de piso que una reforma.

Con la mudanza, mueves también los malos hábitos y costumbres perniciosas (como la acumulación sin tino), con la reforma tiras los tabiques y construyes de nuevo con criterios nuevos.

El supuesto que propongo en contra posición con la menos radical de  Omar Carreño es la hipótesis de la emergencia, donde percibes lo inútil que resulta la acumulación y lo poco importante que es lo acumulado ante la vida misma.

Una vez realizado el simulacro, miremos lo que nos hemos dejado atrás al alcance del desastre, y pensemos si no tendríamos que haber realizado alguna acción para protegerlos o impedir o minimizar el desastre.

La conclusión final que podemos sacar (aparte de otras muchas) es que debemos estar preparados ante una emergencia, como es el disponer de una cantidad en efectivo para ese imprevisto, tener los documentos imprescindibles para desenvolvernos en la vida, como documentos de identidad, bancarios y propiedades, centralizados en sitio seguro y en una caja resistente al agua y al fuego, a fin de poderlos rescatar rápidamente.