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La caja de Pandora

Todo tiene un principio, un génesis, y dependiendo de la decisión que se tome, tiene sus consecuencias, unas consecuencias que como la caja de Pandora, una vez abierta no puedes cerrar ya y tienes que afrontar esas consecuencias que se desencadenan de manera automática, abren tantas derivadas que es muy difícil predecirlas todas.


Algunas personas llenas de soberbia y prepotencia, juegan a ser dioses pequeñitos manejando a todos en su entorno y a veces les sale al paso una situación que se les escapa de las manos, y creciendo sin control las consecuencias son imprevisibles, este es el caso: buscando un resultado, les explota en las manos causando un daño imprevisto por los autores.


En el mes de Octubre, se produce un accidente eléctrico en la factoría que trabaja uno de nuestros protagonistas, Antonio, produciendo lesiones a un operario del taller de prensas que manejaba una estufa de secado de fibra, accidente que ha estado a punto de causar la muerte del accidentado por electrocución.


Teniendo en cuenta que los momentos político-sociales-económicos de la multinacional (está en un periodo de reconversión) son muy difíciles, este accidente viene a perturbar todo el equilibrio precario existente donde están en juego acuerdos económicos de miles de millones, el comité de empresa se encrespa, pide responsabilidades y para calmar la situación, la empresa reunida en comisión con el resto de partes promete una revisión total de las instalaciones eléctricas de las factorías.
Por entonces, la situación en mantenimiento era cada vez más mala, con las contratas cada vez más numerosas en un claro intento de abaratar los costes ya que la organización ministerial del trabajo que funcionaba en la factoría sumaba y cargaba sus coeficientes de gastos al trabajo que mantenimiento realizaba, lo que hacía muy difícil la competencia con las contratas que esas no tenían esos coeficientes sobre su presupuesto. el ambiente social en la plantilla de mantenimiento era cada vez más opresivo.
La revisión de las instalaciones se las encargan a Antonio, (en un claro intento de dar credibilidad a la acción y calmar al comité al haber sido Antonio miembro activo del comité de seguridad e higiene), todavía, al parecer tenía intacto su prestigio y creyeron que era el elemento idóneo para calmar a los sindicatos en sus demandas.

Estamos en la oficina técnica de mantenimiento, dos personas están de pie al lado de una mesa y el resto del personal está al parecer en sus ocupaciones, aunque claramente se nota que están apercibidos de la escena, éstos son Antonio y Montero, jefe del departamento técnico.Antonio: -No creo que sea bueno para mí el revisar y poner faltas a mis jefes y compañeros, en consecuencia rechazo el encargo.


Montero:-No le admito el rechazo, y además le exijo que ponga en todas las instalaciones revisadas una pegatina con la fecha de revisión y su firma.






Antonio:-Les digo que si lo que quieren es saber como está la factoría en el tema, se lo puedo anticipar ya de inmediato: está todo muy mal, desde hace tiempo que lo está, ahora se suma la desastrosa gestión del nuevo director, con su política de ajustes económicos y actitudes como la de no observar la más mínima norma… y repito, no creo que sea bueno que yo supervise el trabajo de mis jefes y compañeros.


Montero: -Hemos decidido que sea usted porque es una persona competente y crítica, si quisiéramos un retrato bonito se lo encargaríamos a un pintor, lo que nosotros necesitamos es un retrato real y fiel. Si no acepta usted, sepa que le abriremos un expediente por no querer cumplir un encargo para el que está usted capacitado y que necesita la compañía. Sepa que a partir de este momento solo responderá ante mí personalmente (palabras textuales del jefe del departamento )

(Lo anterior le recuerda a Antonio la fábula del cuervo, el queso y la zorra, donde él es el cuervo y ellos la zorra).

Antonio:-En vista de que no me dejan alternativa, acepto, pero sepan ustedes que en ningún momento voy a mentir ni voy a falsear nada, ustedes sabrán lo que hacen. Ustedes serán los responsables de la que se va ha organizar.


Las revisiones se inician el 3/11/1987.

Hasta el momento, las instalaciones se realizaban con arreglo a unos planos eléctricos debidamente "revisados" y firmados por los responsables de la oficina técnica que se supone que eran los que diseñaban las instalaciones con arreglo a los reglamentos.
Esta oficina técnica tenía al frente varios ingenieros y técnicos que eran los responsables de las instalaciones por ellos certificadas, y realizadas por oficiales electricistas según las especificaciones de los planos eléctricos que se les suministraba.
Antonio les pregunta con qué medios técnicos cuenta para realizar el trabajo de revisión y le responden que eso es cosa del jefe de taller que le suministrará los medios adecuados.


Antonio al jefe del taller: -Necesito al menos un polímetro.



Jefe de taller: -Sabes que aquí no tenemos de eso.



Antonio: -¿Pues cómo voy a saber si hay corrientes de fuga, o si el diferencial salta cuando debe saltar?



Jefe de taller: - Ingeniatelas como puedas.

Antonio se enfrenta a una tarea ingente y al principio con unos medios muy limitados, donde tiene que diseñar un sistema para medir la respuesta de los diferenciales ante una derivación a tierra por no existir ese aparato en el taller. Llevado por el jefe del taller Manzano al almacén de aparatos de medida a disposición del departamento (que desconocían su existencia los operarios) y por el camino le comenta el jefe de taller:

Manzano: No me parece bien que veas lo que vas a ver, pues a partir de ahora me vas a dar la tabarra para que te preste equipos, que yo sé que te gustan mucho todos estos cacharros.
Penetran en una amplia sala con estanterías metálicas y en ellas una cantidad de aparatos de medición de dos décadas atrás de antigüedad que dan una apariencia de museo de la tecnología antigua, elije entre ellos un polímetro de aguja, enorme que fue moderno en 1940, y un reostato de tornillo sin fin de considerable tamaño. Con estos materiales y un carro se fabrica algo para hacer las pruebas de corrientes de fuga que le dirán aproximadamente si el diferencial de media sensibilidad de que están dotadas las instalaciones funciona razonablemente.


Comienza por el taller afectado por el accidente, donde encuentra numerosos equipos en pésimo estado, pasando a precintar las máquinas e instalaciones en mal estado para que otro equipo los repare.


Todos los días al final de la jornada, fotocopia las hojas que le facilitaron donde constaba el número de la máquina o instalación comprobada, su análisis y diagnóstico y en el estado en que quedaba, y por supuesto un apartado de observaciones, fecha y firma, documento que entregaba en la mesa del jefe del departamento.


Cuando el número de instalaciones y máquinas en mal estado era ya considerable y los equipos externos no daban abasto con el trabajo extra, consideran mejor que sea Antonio el que repare los equipos detectados (creo que éste es el comienzo de todo, cuando empiezan a darse cuenta del lío en que se han metido, y que no se atreven a parar, además sospecha Antonio que hay "guerra de intereses en la cumbre"). Inventan esta treta dilatoria para parar la ola que se está levantando.


Esto disminuye el ritmo que llevaba Antonio revisando, al tener que detectar, reparar y volver a comprobar el mismo equipo, además hay que añadir el coste en diferenciales en mal estado o inexistentes.
Llama mucho la atención los medios eléctricos que ha montado para realizar su trabajo, incluso un perito se interesó por el montaje y quedó muy impresionado del ingenioso sistema.


Antonio ha sido dotado de un medidor de derivaciones automático y prosigue con la tarea emprendida, que como sospechó le ha sentado como un "tiro" a sus compañeros, que
víctimas de los celos y del temor a sus revisiones toman contra Antonio actitudes extremadamente agresivas, lo ven como un policía que los investiga, como si fuera uno de "asuntos internos".


Sucede un nuevo accidente en el mismo taller y al parecer en una máquina que dicen que ya había mirado Antonio.


Se encuentran reunidos en la sala de crisis de RRHH, el jefe médico, miembros del comité de seguridad e higiene de la factoría, por las dos partes, social y empresarial y un miembro de la dirección de alto nivel, más un mando del taller de mantenimiento, que tras un intenso debate, buscan un culpable ajeno a ellos.


Parece que todo apunta a un culpable: Antonio, se echan encima de Antonio como "carroñeros", los mandos y otros "voluntarios" dispuestos a mondar sus huesos.


Le exigen a Antonio explicaciones por lo sucedido, difícilmente guarda éste la serenidad y les dice que no puede opinar hasta que no vea la máquina en cuestión.



Se dirigen en "pelotón" hacia el taller afectado, mientras, en la clínica, están tratando de sacar de una fibrilación cardíaca al operario accidentado, que está al borde de la muerte.


Al ver la máquina (otra vez la misma estufa de secado) mira su lista y comprueba la etiqueta (casi pega un salto de alegría al comprobar que la tenía precintada).
Lo más serio que puede, Antonio señala que esa estufa la había precintado hasta su reparación por el taller especializado, por lo que no se explicaba que hacía allí puesta en servicio, el mando del taller afectado por el accidente se disculpa diciendo que había una necesidad de producción y por ese motivo la puso en servicio.


No hubo consecuencias para ese mando irresponsable, y eso que estaban presentes los miembros del sindicato que no se volvió a saber nada más de ellos.


Añadiendo Antonio una recriminación a los presentes por su precipitación en juzgar sin comprobar antes más datos se retira a su tarea lleno de "santa dignidad" dejándolos atrás completamente confundidos.


Termina de revisar la nave 1ª donde ha tenido que cambiar, reponer e instalar equipos adecuados a las normas de BT (y como dice el pueblo, el Diablo protege a los malos, no ha habido un desenlace peor antes debido a las tuberías de acero de los calefactores que han actuado de improvisadas "tierras", sustituyendo a las tierras preceptivas).
La tecnología de la época necesitaba unas instalaciones en todas las máquinas de aire y en algunas, también de agua, con lo que tenían un sucedáneo de tierra. Sólo cuando el azar rompía la falsa conexión con la tierra, el operario quedaba expuesto a la tensión existente en la instalación.
Cuando había algún accidente, siempre se le echaba la culpa al operario o al azar ("ente maligno" y caprichoso muy usado por ellos, con lo que no se solucionaba el problema que permanecía en el tiempo...).


Pasa al edificio G donde la tarea es mas intensa por estar peor que la nave 1ª.


Cada vez que entraba en un taller, Antonio tenía que explicar cual era su misión que estaba validada por las autoridades de la planta y en la mayoría de los casos les decía que se comunicaran con sus mandos, al ver, la poco amistosa recepción que los mandos intermedios le prodigaban, que hacían asunto personal del tema, que encima les retrasaba la producción.


Comienzan por suspender la tarea de Antonio por un supuesto "apretón de trabajo".


Emprendiendo nuevamente la tarea hasta el mes de febrero donde nuevamente le suspenden la tarea por otro "supuesto" apretón de trabajo.


Hasta ahora Antonio había notado "ciertos cambios" en el tema de las revisiones.
Parece ser que ellos esperaban pocos equipos mal, cuando la realidad era que había pocos bien.
Llegaron incluso a contratar los servicios de la empresa que realizan las revisiones para el ministerio de Industria, con un considerable gasto en el encargo, claro que sólo fue una muestra, pues querían comprobar que los datos de Antonio eran veraces; y sin comunicarse con Antonio (que por cierto coincidieron con los análisis de él), todo se hizo a espaldas de Antonio que seguramente se habría interesado por los resultados.


Pasando Antonio por la nave que estaban dedicando a las nuevas tecnologías (que ya había revisado), observa tirados en el suelo a varios ingenieros de la nave midiendo el suelo antiestático, se para a observarles y les pregunta que si les sale bien las medidas.




Ingeniero:-No, esto no mide nada.

Antonio:-Es que yo he medido lo mismo, yo soy el de las revisiones, y ya se lo he comunicado al departamento. No me extraña que no mida nada, han encerado el suelo y pienso que un suelo de estas características no se debe encerar.

Sorprendidos los ingenieros, piden una cuchilla, raspan y se quedan atónitos.




Ingeniero:-Pues el que ha mandado encerar se ha cargado varios millones en circuitos integrados de tecnología M.O.S. que se han destruido al no funcionar el suelo antiestático.



Llamado a consulta el jefe máximo de mantenimiento (José C. que ha vuelto a su mando después de la defenestración de Gonzalo B. Este tal José C. era profesor en la autónoma de electricidad, y resultó que ser él mismo el que había ordenado el enceramiento del suelo antiestático).


Ya no respondía Antonio ante el jefe del departamento, su interlocutor ahora era Ortega, mando de bajo nivel y de modos altaneros.


Éste no era nada receptivo y le discutía a Antonio hasta la compra de nuevos equipos para reponer los inadecuados, argumentaba Antonio que no iba a usar nada fuera de norma, y que si no estaba de acuerdo le quitara la misión, cosa que no hacía éste jefe, pues sólo quería que Antonio tomara la iniciativa de "improvisar", cosa a la que Antonio no estaba dispuesto.


En los casos en que el trabajo era ingente y por lo tanto precisaba ayuda, ésta no se le daba.


Tuvo un enfrentamiento terrible con Ortega, al que tuvo que recordar que sus normas de que todo lo hiciera él mismo y "solo" eran como decirle que no "viera" tanto.
Argumentó Antonio: Que si a alguien le decimos que mire si ve alguna mierda, que si la ve, la tome con la mano y además se la coma, es como decirle que no vea nada.
Se ve que se habían metido en un "berenjenal" del que no sabían como salir sin que se les viera el "plumero", nadie quería asumir la responsabilidad de parar las revisiones.


Cuando Antonio estaba revisando la nave 2ª le paran, esta vez sin explicaciones...y para siempre.


El resultado fue un ingente montón de folios de letra apretada, que Antonio tuvo la acertada precaución de guardarse los originales, mientras les entregaba solo las fotocopias.


La revisión dio: 608 instalaciones comprobadas, de las cuales estaban mal 416 es decir un 68.42%.
Las instalaciones consideradas mal, tenían un defecto que precisaban del precintado de la máquina o instalación.
Los defectos eran mayoritariamente defecto de protección contra electrocución.


Por esas fechas las contratas ya campaban a sus anchas por la factoría, donde se ve que la dirección de la compañía tenía una opinión totalmente decidida ya en la sustitución de mantenimiento y toda su estructura laboral y de dirección, y que ya solo era cuestión de tiempo el llevar a cabo esas acciones.
Había quién argumentaba cuestiones de rentabilidad (ya que las contratas no soportaban la estructura parásita del departamento de Antonio que era de un inflado departamento técnico que incidía directamente en el producto final) resultando irónico el que algunos jefes resaltaran sin pudor ninguno lo bien que trabajaban y lo rápido que lo hacían las contratas.
Estos jefes, que sin el más mínimo pudor así se comportaron, eran los mismos que no asistieron jamás a cursillos de herramientas y aparellaje, se vé que en un intento "de salvar el culo" adulaban a las contratas que ellos ya no controlaban y que les iban a quitar el puesto.


La técnica y sus herramientas avanzan constantemente, lo que obliga a un constante reciclado y puesta al día para no "perder el carro".


La manera de hacer esto es la de asistir a cursos y Ferias de herramientas (cosa que no hacían) donde se suscribirían a las revistas técnicas adecuadas, recibiéndolas gratis en la factoría (pero se tendrían que leer, a lo que no estaban dispuestos), ¿O eran otros motivos más espúreos?


Como ejemplo de esto, Antonio y sus compañeros realizaban una instalación con canaleta de BJC (elementos que estaban obsoletos y eran muy caros) con gran gasto de materiales y mano de obra para su mecanización, mientras que las contratas usaban lo último del momento, que eran las canaletas de PVC o de varillas.
La mecanización (por ejemplo) de la canaleta metálica J.B.C. y las cajas necesarias las realizaban de manera artesanal, por el contrario, las contratas las mecanizaban con las herramientas mas modernas (no por ello más caras) del momento como eran "bailarinas" o sierra de corona, cizallas de tamaño adecuado a las varillas usadas, aparatos de medida digitales de lectura rápida, tenazas de terminales a presión (mientras que Antonio y sus compañeros usaban soldadura de estaño, ellos remachaban con la tenaza) etc.
De esta manera más la carga de los coeficientes parásitos la competencia la tenían perdida de antemano.


El resultado de abrir esta "caja de Pandora" al obligar a Antonio a realizar una misión que él no quería bajo amenaza de sanción, porque intuía lo que iba a pasar, fue desastroso para el conjunto del Departamento, algún tiempo después el departamento fue radicalmente reestructurado, hoy no existe.


Entrada relacionada https://tribunaavalon.blogspot.com/2012/03/coeficientes-parasitos.html

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