La sociedad en que vivo y sus motivaciones y objetivos.

Es muy importante conocer las motivaciones, las propias y las ajenas.

Conociendo la motivación veremos cuales son las líneas rojas que no pasarán, es decir por lo que están dispuestos a aguantar todo o casi todo.

El vecino de al lado. 

Generalmente depende de una entrada de dinero para mantenerse en ese nivel de confort, -que suele venir de un salario-. Puede depender del presupuesto público -con lo que posiblemente es funcionario o asociado a una institución, ya sea por subvención o por trabajo contratado con alguna administración - con lo que podemos aventurarnos a pensar que no tendrá comportamientos anti sistema.

Generalmente es común a todos el interés pecuniario, y el temor a perderlo es un acicate muy poderoso. Con ser muy importante no es el único, está la reputación social que es algo que unos llaman “honor” y otros “importancia social, fama, Vip, y mil nombres más, pero que todos inciden en la autoestima y el ego.

UN TRABAJADOR POR CUENTA AJENA

Son los más numerosos, más “normalizados”, con menos matices, simplemente por un salario convenido prestan un servicio, raramente hay implicación emocional, y si la hay posiblemente haya una motivación oculta.

UN AUTÓNOMO DE UN COMERCIO PEQUEÑO

Éstos, como su hermano trabajador autónomo, les mueve la independencia para buscarse la vida con sus conocimientos y su tesón, se implican de manera desproporcionada a su trabajo, pero son inútiles sus esfuerzos de independencia, pues son prisioneros de más señores que el resto. Depende de la economía ajena, de los municipios y sus políticas, del gobierno y sus planes, de la voluntad de cualquiera que le dé por molestar el sistema social, es el saco donde van todos los golpes, tienen su patrimonio al albur del capricho del público, las empresas al alcance de cualquiera que quiera dañarlas y son al mismo tiempo recaudadores de la hacienda pública sin remuneración.

UN TRABAJADOR DE OFICIO AUTÓNOMO

Lo mismo que su hermano comerciante, pero con algunos matices:

Generalmente proviene de la empresa privada por cuenta ajena, y ante un ejemplo de fracaso empresarial, y la dificultad de encontrar otro empleo por cuenta ajena, se decide a gestionarse a sí mismo, y “la bestia” solo le da la opción de autoemplearse, pagándose él mismo su salario y sus impuestos, cosa que aprovechan algunos empresarios para emplearlo en la empresa como “falso autónomo”, él corre con los impuestos y corre la suerte de la empresa, que les rescindirá el contrato sin coste.

No tiene su “empresa” al albur de la gente de la calle, pero tiene los mismos problemas de su hermano comerciante.

UN SINDICALISTA

En éstos, he observado múltiples motivaciones que tendremos que separar las de mera subsistencia, -es decir que sea su modo de vida, lo que lo convierte en un funcionario de su sindicato al que estará subordinado siempre- de las motivaciones vocacionales, políticas o simplemente de pura venganza por algún agravio, con lo que tendremos perfiles muy parecidos a los anteriores. 

Los que han hecho un modo de vida esa forma de ganarse el pan,  serán fieles servidores del sindicato o partido del que dependan.

Los raros son los vocacionales, -pero haberlos los hay-, son lo más parecido a un sacerdote de una religión, y suelen ser molestos para el mando por ser “puros” y muy sensibles a la falta de ortodoxia.

Los que están por venganza de un agravio son los más peligrosos pues son insobornables, a no ser que el soborno sea cumplimentar la venganza que les mueve -que es lo único que les motiva-, y es el único que está dispuesto a perder la vida incluso,  desprecia las motivaciones monetarias.

UN POLÍTICO

Es el vecino menos confiable, pues todo lo que no le dé rendimiento a sus propósitos y verdaderas motivaciones: el poder, lo despreciará. Al contrario del sindicalista, por venganza existen muy pocos, la maquinaria del partido es una congregación de intereses de poder que no permite acciones personales que pongan en peligro el proyecto principal de copar cotas de poder. Decimos que su motivación es el poder, pero esa motivación le esclaviza a lo que le da poder: el voto. El día que encuentre la manera de tener ese poder al margen del voto, ya sea manipulando, robándole o de cualquier otra forma, prescindirá de esa “democracia”.

UN MILITAR

Ya sea en una democracia, o en una autocracia, el militar es piramidal y ciego a otra manera de ver las cosas, muchas veces han excusado su proceder por “la obediencia debida”, lo que es cierto en la mayoría de las veces. Como tiene su propio código penal, que es diferente del civil, eso lo sujeta siempre al gobierno, sea el que sea, lo contrario sería sedición y le acarrearía muchos problemas, y como cada vecino, tiene intereses económicos que salvaguardar, lo que lo hará más “comprensivo” con quien le llena la nevera. Sólo los que por vocación son funcionarios de las fuerzas armadas, son capaces en algún momento de poner en peligro la nevera, pero son una minoría irrelevante.

UN CLÉRIGO

Entre éstos sería lógico pensar que están todos por vocación, y que esa es su motivación, lo que no es cierto, sólo los santos están por vocación, el resto se les puede llamar con toda tranquilidad: pastores asalariados. El vivir una vida cómoda y confortable es notoria entre ellos -de ahí que el acerbo popular tiene un dicho: “vivir como un canónigo”, por lo que se puede decir que su motivación (salvo honradas excepciones) es la monetaria, y como los demás dependen de quien les llene la nevera.

UN FUNCIONARIO

Entre los funcionarios hay policías, bomberos, militares, personal sanitario, personal de las administraciones públicas, autonómicas etc. y todos depende de un mismo señor: el PRESUPUESTO, es decir son (como les llamaba don Benito Pérez Galdós) “presupuestíveros”, y están en constante crecimiento, ahora habrá que sumar los/as diferentes ONG y “observatorios” los llamados “chiringuitos” que también aspiran a comer de ese presupuesto del estado.

Esto es un retrato de la sociedad con la que convivo, esas son la mayoría de la población en este momento, pero no soy yo.

Los anteriores citados tienen en común la motivación de mantener “el pesebre” atendido, para además de subsistir, crearse una zona de confort razonable, aunque  para ello, cada vez más, parece necesario renunciar a tener cierta conciencia ética y moral  para abrirse camino a nivel social.

Dejo de lado a los “importantes”, a los que mandan de verdad, a esos poderosos servidores de La bestia, que tienen todo lo que desean al margen de los “presupuestos”, para los que nosotros somos  sólo un peón en su juego, y ellos están fuera de esa ecuación.

A los simples mortales los tienen encadenados primero por el “pesebre” y luego por las pasiones de la “carne mortal" que son otra cadena muy poderosa, y es aquí donde para empezar a sacudirse esos yugos, son necesarias algunas estrategias:

La primera sería reconocer esas cadenas, (cosa primordial para obtener un buen diagnóstico, pues si no lo conocemos, mal podemos curar nada).

Otra, sería el querer soltarla, de verdad, porque si ni siquiera quiero lo que hago, ¿Porqué no hago lo que quiero?

VIVIR SEGÚN  LA CARNE & VIVIR SEGÚN EL ESPÍRITU

“En efecto, los que viven según la carne desean lo que es carnal; en cambio, los que viven según el espíritu, desean lo que es espiritual.”

 Esta es la clave de todo, los humanos (carne) viven según la carne, pero si somos humanos espirituales (aunque tengamos un cuerpo de carne) viviremos según el espíritu y sólo desearemos lo espiritual. Hay que evolucionar hacia el espíritu. Ver: Esta entrada 

La sociedad en su conjunto estamos sufriendo una conturbación importante, nada nuevo hasta ahora pues el humano está siempre insatisfecho, y busca constantemente la raíz de donde se desconectó: El universo, el cosmos, Dios…

Muchos de nosotros tenemos la certeza de que el sistema de vida imperante no solo no es conveniente, es incluso pernicioso.

Todos tenemos en común el rechazo por pernicioso para el ser humano y la naturaleza como hasta ahora lo ha practicado: el consumismo inmoderado, el materialismo deshumanizado y la falta de empatía, de compasión y amor por el prójimo.

Solo no queda asumir que “el minimalismo es solo un escalón en el proceso evolutivo hacia el hombre espiritual”.

CONCLUSIÓN

Naturalmente el minimalismo es solo terrenal, pero es una gimnasia, un protocolo para iniciar esa evolución, pero es una pata de una mesa de más patas, que sin ella, esa mesa estaría coja. 

Algunos, tras esa gimnasia del minimalismo (en mi caso sobrevenido) les es más fácil encontrar el camino a esa evolución, en mi caso, me ha sido dada la Gracia de encontrar el Camino a esa evolución hacia el hombre espiritual, y gracias a la disciplina aprendida con el minimalismo, me ha sido muy fácil encarar esa transición, y he conseguido “soltar fácilmente las ataduras que me agobiaban”.

Recuerda: No necesites lo que te puedan quitar ni codicies lo que no puedes tener.