El vino del Pueblo, para el Pueblo y por el Pueblo.
El
vino del Pueblo, para el Pueblo y por el Pueblo.
Éramos
una enorme multitud, se hablaba de millones de personas, todas marchaban al unísono
hacia el enorme estanque construido en medio de un valle.
Cada
uno de nosotros portaba un pequeño cacillo para degustar el vino del Pueblo que
se estaba preparando en la enorme piscina del valle donde camiones cisterna
volcaban incesantes chorros de vino rojo
como la sangre…
Mientras
por la megafonía sonaba un eslogan repetidamente: “El vino del Pueblo, para el
Pueblo y por el Pueblo”.
De
pronto la multitud rugió de placer cuando la figura del líder aspirante a la
presidencia del gobierno apareció al fondo bajo un enorme cartel que contenía
la frase en rojo: “El vino del Pueblo, para el Pueblo y por el Pueblo” sobre
cuyo texto estaba la fotografía del líder joven y atractivo en primer termino
sobre un cielo azul impoluto, solo adornado por nubes de cúmulos blancos que
rompían la monotonía del azul del cielo…
Acercose
el líder a la piscina del vino con un cucharón en la mano…
Lo
remueve con parsimonia lo prueba, devuelve el sobrante a la piscina y dice: “Todavía
no está a punto”
Sigue
la celebración, más tarde cuando la muchedumbre se empieza a desesperar, vuelve
el líder al borde de la piscina de vino, repite la introducción del cucharón,
remueve, prueba y vuelve a repetir “Todavía no está a punto”.
De
este modo hasta cuatro veces…
Aquí
me despierto sobre-saltado, muy impresionado por el sueño…
Era
entonces yo a la sazón un joven e ingenuo y voluntarioso militante del
socialismo español de tiempos del líder Felipe González…
Ese
lunes me incorporo como siempre a mis actividades fabriles en la multinacional,
todo el día me rondaba en la cabeza ese sueño que tuve esa noche, era un sueño
de los que entonces solía tener, proféticos como los de José, y por eso mismo
me inquietaba…
No
comprendía el significado, aunque intuía que tenía un significado.
Por
entonces conocí a un compañero de cierto nivel en el partido socialista, el mismo
que me capto para la causa, al hombre llamado Pedro lo tenía en gran estima por
sus atinados análisis, y a él me dirigí para hacerle confidente de mi
perturbador sueño.
Me
escuchó con gran atención, terminado lo cual, vi que su rostro contrajo un
rictus de desagrado, desvió la mirada y me dio por respuesta a mis preguntas
sobre lo que podría significar: “Eso no significa nada” y argumentando tener
que hacer algo importante se alejó de mi, dejándome sumido en la confusión de
la imagen de su rostro contraído por mi sueño, que me indicaba que intuía el
significado para mi desconocido…
Pasadas
tres décadas de aquellos acontecimientos, ya le encontré el significado: Nunca
estuvo el vino preparado para el pueblo a juicio del líder… Otro líder carismático
apareció y frustró mucho más, pero ese ya no era mi líder ni creía en sus
supercherías igualitarias.
Ahora
vuelve mi viejo líder a agitar el vino para el Pueblo, por el Pueblo… pero es
un gesto gastado y baldío, aquel joven que me ilusionó y me movilizó solo me
trae amargos recuerdos que mejor estarían guardados en la memoria y no que al
volver me traen recuerdos pasados y se vuelven presentes, de ahí que os cuente
este sueño de “este viejo abuelo cebolleta”.
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