¡Hazlo tu mismo! Do It Yourself !
Entre mis prioridades, estaba
el realizar una reparación doméstica imprescindible, además de otras cuestiones
ya planificadas previamente.
En mi lectura posterior a la
reparación doméstica, tropiezo con una noticia en el diario on-line con una
frase llamativa e imperiosa: ¡Háztelo tú mismo!
Dice:[ "Gastar dinero
es lo último que uno quiere ahora"
Estamos en el medio de un
masivo cambio cultural: del consumismo sin límite a un modo de vivir más pleno,
más frugal, más vibrante, en el que cada cual vuelve a tomar las riendas de su
propia vida".]
Dicho así suena muy poético,
yo diría que es una necesidad ahora, bien cierto que yo he empezado a ser
minimalista sobrevenido por necesidad de sobrevivir…pero ya he interiorizado
esto mismo y se ha convertido en un modo de vida más sostenible y lógico.
Lejos quedan ya los tiempos
de hiperconsumo compulsivo…
Consumo naturalmente, pero solo lo que necesito
realmente, lo que me place y me es útil de verdad, lo que uso, no consumo para
guardarlo sin usar incluso a veces sin desembalar…
Exprimo mis pertenencias como
un limón, hasta que ya no le queda jugo…
Siempre que puedo lo
construyo yo mismo, lo reparo o lo restauro dándole una nueva vida…
Es curioso, analizando a
posteriori mi comportamiento, me llama la atención las cosas que fueron prioritarias
en venirse conmigo en aquel momento que inicié el abandono de mi vida anterior…
Cargué en mi furgoneta algo
de ropa de invierno, mis recuerdos familiares directos y mis herramientas.
Dejando en el domicilio que
fue mi hogar conyugal todas las joyas de oro personales…
Consideré por lo que
posteriormente analizo, que el oro lo podría conseguir otra vez, pero las
esencias de mis recuerdos familiares y mis vivencias, no encontraría una tienda
donde adquirirlas…
Respecto a las herramientas
(bastantes) una pesada carga costosamente adquirida a lo largo de los años, las
necesitaría para ganar para ese oro que dejaba atrás…
Dice en el artículo una frase
que yo la matizaría:[ Tan importante como
saber hacer las cosas es saberse rodear de gente".]
Lo malo de ser un artesano
multidisciplinar, es que será más fácil el que te usen que el que tu puedas
usar a otros…
Dibuja una sociedad de
contraprestaciones interesante y digna de reflexionarse…
Una frase que yo asumo en su
100% ["La idea no es sólo ahorrar
dinero en la cesta de la compra, sino poner en marcha cualidades de nosotros
mismos que teníamos escondidas y que nos van a abrir las puertas a un modo más
sostenible y creativo de vivir".]
Esta filosofía contiene sin
remedio el minimalismo, pues en la producción artesana autodidacta no es
posible una producción masiva…
Otra frase para la reflexión:
[tenemos que evolucionar de una sociedad de meros consumidores a otra de
productores activos]…
He amalgamado en mi persona
la figura de un consumidor &productor activo… Me produce tal satisfacción
que la aconsejo vivamente.
En mi pequeño círculo –ya no
tan pequeño- nos transferimos conocimientos de cómo restaurar, reparar,
construir, son conocimientos globales, hemos logrado un funcionamiento de
colmena, donde cada uno se dedica a lo que mejor hace… pero con conocimientos compartidos
como si fuéramos un solo organismo vivo…
Cita [Tenemos que redescubrir
el goce de hacer la cosas]
Redescubrir… y añado:
descubrir el que acceda por primera vez a esta filosofía…
[la cultura del Do It
Yourself existe de tiempos inmemoriales en todas las culturas]
Recuerdo
mis primeras herramientas, me las regaló mi padre –al que yo le admiraba su
capacidad de reparar sus utensilios…- Fueron un martillo, unos alicates planos
y unas tenazas de carpintero…
Reciclaba
los clavos torcidos que encontraba en la calle, los enderezaba y estaban listos
para usar…
Con
que placer paseaba con mi carrito construido a partir de trozos de madera, que
arrastraba con una cuerda, primero con tablas como las de los trineos a modo de
ruedas, para posteriormente dotarlo de unas ruedas…más o menos adecuadas,
encontradas en mis paseos callejeros.
Mis
mejores juguetes fueron mis herramientas –que fueron creciendo con el tiempo-
con ellas construí lo que precisaba: Un tirador de piedras para la caza y la
guerrilla…
Una
espada, un escudo robusto para protegerme en las luchas contra los “enemigos”
del cerro de la Magdalena…
En
mi tiempo no entraba la posibilidad de pedir dinero para conseguir cosas a mis
padres, muy ocupados en el sustento diario…
Por
ello todo se tenía que conseguir por otros medios…
Mi
padre me enseñó a curtir pieles de conejo para cambiarlas por mercaderías al
buhonero…
Las
pieles me las donaba mi madre, que cuando desollaba un conejo para la comida,
lo hacía con cuidado para no dañar la piel y me la regalaba…
Las colocaba estiradas en una
percha auto- construida de madera, las frotaba con ajo para que la mosca no la
atacara y la exponía al Sol inclemente de Andalucía…
Una vez terminado el
“curtido” estaban a disposición de pasar el estricto filtro de calidad del
buhonero, quien valoraba la pieza y ofrecía un canje…
Solía ofrecer cacillos, vasijas
y espejos junto a una variada gama de productos hogareños… además de algunos
juguetes, los favoritos por mí eran las escopetas de madera y hoja de lata
–pues eran factibles de reconvertir en armas para nuestros fines “guerreros”…
Conseguí del buhonero un imán
en forma de herradura enormemente potente, me gustó, aunque todavía no conocía
su potencial como elemento de economía…
Pronto descubrí su potencial
para incrementar mi patrimonio escaso en monedas.
Jugando a arrastrarlo por el
suelo atado con una cuerda, quedé asombrado de la cantidad enorme de cosas que
se quedaban adheridas…
Aprendí que captaba toda
clase de elementos férricos, solo tenía que despegarlos y echarlos al carrito.
Pronto descubrí, que después
de “pasear” el imán y el carrito por los talleres del entorno, lograba juntar
varios carritos de metal, que vendía al peso en el chatarrero y sacaba unas
monedas por ello…
Este descubrimiento, me llevó
a diseñar un artilugio que consistía en una chapa alargada, a la que le
transmitía el poder de mi enorme imán, aumentando la superficie a cubrir con mi
carrito-imán…De suerte que mi recolecta férrica aumentó de manera exponencial a
la longitud de la chapa.
Estos conocimientos mamados
en mi niñez, estaban dormidos… cuando la necesidad del momento ha reactivado el
placer de las cuatro R: [rehusar, reciclar, reparar, reconstruir]
Os animo desde este
momento a que descubráis el placer de hacerlo por vosotros mismos, una vez os
saldrá mal, otra vez regular pero cuando lo consigáis os aseguro que os va a
ser muy placentero…
Siempre que queráis saber
lo podéis preguntar a quien lo sepa…si no investigarlo –internet para eso es
estupendo- yo no lo sé todo claro está, investigo y aprendo todo el tiempo.
ENLACE CITADO: diario El Mundo
Hola, Ávalon:
ResponderEliminarComparto al 100% eso de reparar o reutilizar lo que ya poseemos. Lo malo es que parece que cada vez hacen las cosas para durar menos: la maldita obsolescencia programada.
Un saludo
Hola amigo Jose Luis:
ResponderEliminarPor eso mismo valoro cada vez más los productos construidos con tecnología obsoleta, que están libres de la obsolescencia programada, lo que ocurre es que se las han ingeniado para impedir su uso con la incompatibilidad del SW, o la caducidad de las tintas y los blanqueantes de papel...
Recibe un cordial saludo