El tiempo...ese gran maestro.
Salgo del portal camino de la
panadería para proveerme de pan tierno, cuando me tropiezo con los contenedores
no retirados aún de basura de las fincas de mi calle…
Junto a uno de ellos, dos
cajas de considerable tamaño, esperan su retirada por el servicio de basura…
Contienen un importante número
de cintas de películas en formato de cinta de video VHS, todas con unos títulos
de éxito.
Alguien tuvo la ilusión y los recursos para comprar unas
cintas de películas que le hicieron
soñar con unas aventuras imposibles de vivirlas en persona…
Mi primer impulso ha sido el
abalanzarme sobre las cajas y poseerlas llevándolas a mi zulo minimalista…
Solo ha sido un segundo, la
conocida sensación no desaparecida por lo que se ve, de un impulso de poseer
cosas que realmente no preciso, ha vuelto con nitidez…
La impronta creada en mí fue muy
fuerte… ¿O es que nacemos con ella impresa en nuestros genes?
Reflexiono sobre ello:
¿Para qué me las vaya a
llevar si me ocuparían sitio?
Además no dispongo de un
lector de esos (video tape VHS) llegué tarde a ellos en esa época no disponía
de dinero para dedicarle a ese aparato…
Posiblemente el propietario
de las cintas de vídeo ha llegado a lo mismo que yo, pero por camino distinto:
Yo no disponía de dinero entonces, (luego no dispongo de cintas de video VHS) y
él ya no le funciona el que se compró, se ha quedado obsoleto y no encuentra a
nadie que se lo repare ni tiene repuestos para ello…
Con la conclusión de que
estamos los dos sin cintas de películas en VHS… en el 2012.
Posiblemente tenga esas películas
en formato DVD (como yo las tengo) y una vez más, los dos tendremos casi el
mismo problema cuando nuestros soportes (DVD) y los programas para
visualizarlos se vuelvan a quedar obsoletos…
¿Habremos aprendido ya la
lección que nos ha aportado el tiempo?
Yo casi definitivamente diría
que sí, me desharé de lo obsoleto, como mucho digitalizaré para recordarlos algunos de ellos y otros los
dejo en la reserva de las hemerotecas, bibliotecas, videotecas etc.
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