"El corral de la comedia 2.0"
Observando
los acontecimientos nacionales me recorre una corriente casi orgásmica al
observar como el devenir de los hechos, con sus ajustes de cuentas vía ERES
personales (periodistas de El País por ejemplo) todos ellos ya talluditos que
estuvieron instalados en la cresta de la ola en las últimas décadas, hoy cuando
son ya mayores y veteranos, inconscientemente los reciclan en veteranos
vengadores de sí mismos y los obligan a ajustar cuentas con sus
mentores/jefes/protectores/pagadores en el pasado inmediato…
Y
todos ellos pasan a engrosar las numerosas “hordas” 2.0 desde donde reverdecen
en un grito final cual ave Fénix.
Aquí
en 2.0 ya no tendrán los agasajos ni las palmaditas en la espalda de antes… y
menos los magros emolumentos pasados; tendrán que gestionar sus ahorros y dar
rienda suelta a su rabia en beneficio de la sociedad, esta vez libres de sicariato…
Bienvenidos la club de la comedia 2.0…
Esta
entrada tuiteada a @gervasanchez
como
elemento conductor aprovechando que tuiteaba dando testimonio en 1ª persona en
apoyo al ERE unipersonal que le han proporcionado a Maruja Torres en el diario
El País me viene de perlas para la reflexión que me ronda la cabeza desde hace
tiempo: la venta de dignidad y de honra.
Hace
tiempo aprendí de una frase importante que leí no sé donde: “No cambies por oro
lo que no puedes conseguir con oro”.
Cuando
encuentre una tienda donde pueda adquirir un kilogramo de dignidad, es cuando
empezaré a ahorrar para adquirir la que cambié en algún momento, hasta
entonces, administraré la poca que me queda con cicatería.
Una
cosa importante que encuentro en el uso y abuso de las redes web, es que
podemos participar en este “corral de la comedia 2.0” (como lo llamo con ironía
y no con maldad aviesa) como un modo de “ajustar cuentas” hasta con nosotros
mismos.
En
este corral 2.0 acabamos los veteranos y comienzan los noveles y se convierte
en un medio de lo más útil…
Ya
es normal el que si “nos tocan las narices” resolvemos con una frase: “Ahora
voy y lo tuiteo”
Y
es efectivo este ajuste de cuentas…
Impresionante tu reflexión Avalon llena de crudeza amarga propia de una persona agraviada. Espero no sea perenne esa amargura vengativa que presentas en tu magnifico artículo.
ResponderEliminarLa frase “A cada cerdo le llega su San Martín” se hace cierta en muchos momentos y maneras, y como dejas entrever, a todos no llega nuestro San Martín.
Bravo por la sinceridad sin excluir tus propias culpas.
Un abrazo de ya tu amigo Homo cabreatus
Gracias por comentar Cabreatus, efectivamente esa frase de “la hora de San Martín” es recurrente en mí a lo largo del blog…
ResponderEliminarNo temas, no soy un resentido, si un “escaldado” que del agua fría huye, y siente “cierto placer en el constatar que los otrora serviles con el poder, les aplican a ellos su propia medicina”.
Un abrazo también para ti amigo H. Cabreatus.