Nuestro Hogar
Me
sugiere mi amigo @miguel_de_Luis una reflexión
sobre nuestro hogar, desde el punto de vista minimalista, y apunta que el
desapego minimalista tiene mucho que ver con el nomadismo.
No me atrevo a
decir lo que significa el desapego para
el minimalismo, sí lo que significa para mí mismo.
Debido a que fui
un minimalista sobrevenido al ser una persona descartada del mundo laboral por
la edad y la crisis (que no por la aptitud ni de la actitud), esta situación me
produjo un rechazo, un desapego enorme, a todo lo que el sistema me descartaba.
Me obligó a
aprender a sobrevivir con casi nada, ésta experiencia me hizo reflexionar,
aprendía el como hacer más con menos, a valorar en su realidad las posesiones,
a valorar lo importante y lo no importante, a discernir entre los amigos y
quienes no lo son, a saber y conocer lo que es la solidaridad entre humanos.
Así mismo
descubrí que las anclas que la vida te tiende, te esclavizan, las propiedades
inmobiliarias, los trastos difíciles de transportar; todos anclas que sujetaban
o ralentizaban mi marcha o mi huida hacia la libertad.
Añoraba la vida
de los nómadas, son como el buey, “no de donde nacen, si no de donde pacen”.
¿Tienen los
nómadas hábitos minimalistas? Creo que si, aunque sea por obligación práctica.
¿Tienen los nómadas
Hogar? Creo que también tienen, su hogar es donde se sientan relajados y ciertamente seguros, con la compañía que
tengan, que será su círculo de seres, no necesariamente racionales y bípedos,
pero con su propio olor que lo hace inconfundible, es la vuelta a la manada
ancestral…A veces la de un “lobo solitario”.
Cuando no
disponía de domicilio, mi hogar fue virtual como cuento en una entrada mía de
este mismo blog, cumplió la función de pertenencia, luego amplié el círculo,
pero ya con las mínimas anclas, o al menos transportables fácilmente.
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