Signos y señales.
Qué es
lo que primero hace falta para ver las señales y los signos: tener ojos,
tenerlos abiertos y libres de orejeras.
No
siempre son señales y signos espectaculares, como grandes artificios estelares
o cósmicos, o como corrimientos de tierra y tsunamis, ni como pandemias
globales.
La
mayoría son pequeños o micro signos y señales, solo lo necesario para indicarnos
el rumbo, y siempre están con nosotros, pero ya digo que hace falta tener ojos,
tenerlos abiertos y libres de orejeras.
Es
cuestión de práctica, no es siempre un don, salvo determinadas veces que casi
es un prodigio de gracia.
El ser
humano que deambula por el mundo sin ver o hacer caso de esas señales o signos,
está perdido como lo está el urbanita que desconoce el campo en comparación con
ese explorador aborigen que ve las huellas del camino y sabe seguir el rastro
de un ser móvil.
Os
asombraría comprobar como, y hasta que punto funciona el tener los ojos
abiertos y sin orejeras que distorsionen la realidad.
Compruebo
hechos pasados en mi vida, los analizo con mente abierta y crítica, y constato
a través de mi memoria, que hubo signos y señales que o no vi o simplemente
descarté.
Ahora ya
no cometo esos errores, he hecho un hábito en mí el mirar las señales y los
signos que se me ofrecen, actúo en consecuencia, y no yerro, más cuando yerro
es por que no he sabido interpretar esas señales y signos adecuadamente.
Por eso mismo
es imprescindible el constante perfeccionamiento en el mantenimiento de los
ojos abiertos y la atención a los signos y señales.
Para
adquirir el conocimiento de un buen explorador, y mantenerse en el oficio, es
imprescindible el vivir adecuadamente, en coherencia y perseverancia en la
virtud, entendiendo que la virtud es simplemente hacer lo que debes hacer.
Yo lo he
conseguido a través de la lectura de los Evangelios, ellos me han dado las
pistas y las normas de vida, no conozco otra escuela o universidad mejor, he
estado en muchas, pero todas las escuelas eran un fraude. Lo comprobé en carne
propia y puedo afirmarlo con conocimiento de causa.
De este
modo lo he vivido, lo vivo y yo os lo comparto.
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