Restaurar los valores iniciales.
Cada vez más se extiende por
mi entorno un clamor…un grito que se confunde con un gemido profundo,
¡libertad!
No es que la gente se sienta
presa en una dictadura… al menos no en la clásica, es una falta de libertad
para atender lo que ya intuimos como relevante… más revelante que el pago de la
hipoteca, más importante que el consumo… tan relevante es que ya intuimos que
es lo que da sentido a la vida…
En otros post he realizado
preguntas como: ¿Para quién trabajas? ¿Quién te gestiona tu agenda? ¿Por qué trabajas
de esa manera?
Posteé diversos sobre lo
mismo, como ejemplo: El desempleo una oportunidad .
Los timeless (los sin tiempo)
es decir el 99% de la población eso gimen, ¡libertad! –lo pongo con minúscula
por ser una libertad personal, individual y fuera del estatus del estado… Pero
no por ello sin importancia.
Esta falta de libertad, en
definitiva de felicidad y de desarrollo humano, está teniendo los efectos
colaterales de que haya parejas que no practican sexo entre ellos durante
meses…
Hasta en twitter el 14 de
marzo fue TT el hastag #seimesessinfollar… algo está pasando.
Un programa de la TV francesa
realizó un programa sobre el mismo tema con el título: Imperio sin sexo, del
que se hizo clon en versión española la TV pública…
La salida además de
colectiva, como sociedad, tenemos que comenzar por nosotros mismos primero y
nuestro entorno, solo de esa forma se podrá extender al resto de la aldea en la
que vegetamos.
Aplicando mis conocimientos
profesionales, mi intuición, y aliñado de otros condimentos como algo de
suerte, determinación, un pellizco de osadía y dosis altas de desesperación,
analicé mi vida, diagnostiqué y apliqué el remedio que en mi caso era el
adecuado:
·
Resetear el
sistema.
·
Restaurar los
valores iniciales.
Una vez realizado con éxito
estas dos acciones –que no fueron nada fáciles ni exentas de dolor- podemos
comenzar con un programa nuevo y limpio de herencias perniciosas…
Una de las cosas más difíciles
que se me presentaron fue el abandonar la supuesta seguridad de lo que tenía por
una hipotética vida mejor…
Nos decimos: “Mas vale lo malo
conocido que lo bueno por conocer”
En un temeroso argumento para
no abandonar nuestra “zona de confort”…
Lo nuevo, lo bueno, lo mejor,
siempre empieza en ti… Y es a lo que tenemos que atrevernos: a resetear el sistema
y a restaurar los valores iniciales.
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