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¡Pánico en el “zulo de Avalon”!



Para un proyecto que me ronda la cabeza precisaba de un e-mail y un nuevo blog, cuando por razones que desconozco todavía, una vez terminado con éxito la creación del nuevo blog anexo al existente y de la nueva cuenta de correo, advierto con horror que mi blog no me admite como administrador… y cuando trato de acceder a la cuenta asociada de correo, ésta ni la encuentro en la web…

Mi estupor es enorme, pues mis contactos, mis 600 correos sin leer en el almacén creado al efecto ¡Han desaparecido!

Dado que esa cuenta es la que uso para mis búsquedas de futuribles empleos –es mi contacto- la catástrofe tiene tintes dramáticos…

Un escalofrío recorre mi espalda hasta donde ésta pierde su noble nombre…

Otra vez me veo obligado a comenzar desde cero…

Vivimos a un “clic” de la catástrofe.

Gracias a que mi previsión me ha hecho tener varios correos diferentes, con diferentes servidores… en ellos guardo celosamente claves de seguridad…

Como también dispongo de diferentes navegadores, hago intentos baldíos una vez tras otra…

Dos horas más tarde por fin doy con el navegador que me permite entrar -¡pero como usuario!- en el blog…

Pero de mi cuenta de correo, nada de nada –me dice la web que no existe-

Trato de crear una nueva con el antiguo nombre… ¡pero me dice el sistema que ya existe una con ese nombre! – Esto me confirma que está sin su dueño perdida en el universo Matrix-

Ya solo es cuestión de llamarla correctamente, por fin logro hacerlo con una nueva clave de acceso…

Doy el Santo y seña como en el ejército ¡Albricias! Viene a mí mi cuenta pródiga…

Terminada la crisis informática… me da que pensar sobre el delicado equilibrio y estabilidad que tenemos con la Red de redes…

Lo mismo que un bruñido acero está cercano a la herrumbre, nosotros la sociedad “conectada” estamos de la catástrofe… ¡A solo un “clic”…!

Esto de Matrix a veces me supera…

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