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Feliz Navidad 2015



 
Os he felicitado el año nuevo 2016 con mi anterior entrada, hoy quiero compartir y felicitaros la Navidad, es decir la Natividad de nuestro Señor Jesús.
Nada tiene que ver lo que en esta sociedad laica entiende por fiesta de la navidad, que para la sociedad laica es signo de consumo, gorritos y excesos varios, todos arropados bajo un disfraz de falso amor por los demás de guirnaldas y lucecitas haciendo un revuelto con el consumismo desaforado y el embotamiento del cerebro por el alcohol.

¿Que es para mí la Navidad?
Es una fecha muy entrañable, donde se mezclan en mi memoria recuerdos dolorosos con otros muy felices que resultan dolorosos por la constatación de los que faltan.
Hecho de menos a mi padre y a mi madre con nosotros en el comedor cocina de mi casona, tocando la zambomba y cantando villancicos al calor de la chimenea asando castañas.
Hecho de menos tanto… que me duele.
Por eso a veces he dicho que no me gusta la Navidad.

Pero ya en la madurez, renacida mi espiritualidad siento de diferente forma. Sigo echando de menos a mis padres, pero ahora me sumerjo en el milagro que fue la Natividad del Señor Jesús, y lo que ello significa.

Tengo mi propio cuento de Navidad que ya puse en esta web.
Saco una entradilla:
Comienzo por el principio:
Nunca tuve un portal de Belén en mi casa, solíamos visitarlo en la parroquia del barrio o en la casa de unos familiares que disponían de uno enorme, que abrían al público desde hacía muchos años, el cual cada año incrementaban con nuevas figuras y edificios.
Me llamaba la atención que los mayores jugaran con figuritas que nos impedían tocarlas, o crearan falsos ríos y molinos.
A una pregunta mía, mi madre me tomó en sus rodillas y me contó una historia de hace muchísimos años:
Según estaba escrito en unos libros muy antiguos, escritos por hombres que los llamaban profetas, éstos eran unos hombres que usaba Dios para darles mensajes a los hombres de entonces, en ellos se decía que nacería de la estirpe de David un Mesías que salvaría a los hombres de sus pecados. 
Mucho tiempo después, nació ese Mesías al que sus padres José y María pusieron el nombre que quería Dios, y fue llamado Jesús, y nació en Belén, un pueblo de Judea, y fue metido en un pesebre pues su padre José no encontró sitio al estar ocupados todos los sitios de dormir personas.
-¿Ese Jesús que nació es el niño al que rezo yo por las noches? Pregunté a mi madre.
Si, el mismo.
-¿Esos reyes que hay en el Belén, quienes son?
Son los reyes magos, que fueron a adorarlo y le regalaron oro, incienso y mirra.
-¿Y por qué no le regalaron juguetes, en vez de esas tonterías?
Pues no lo sé yo tampoco, respondió mi madre.

Me quedé pensando en ello, tenía muchas preguntas, pero quería ir a jugar ya.

Esa Noche Buena, como casi todas la siguientes (…)

 __________________



Después de leído el resto de la historia de mi propio cuento de Navidad, deberéis tener en cuenta que es mi visión, muy sentida y verdadera, pero hay otra visión relacionada con el tema, más ortodoxa quizás, y también mejor contada por Por la Hna. Clara Isabel Morazzani .

Es un escrito largo, muy sustancioso, al que yo califico como exquisito, digno de guardarse y meditar sobre él.

Trata no tanto sobre Jesús, trata de las dos personas que hicieron posible esto: la Santísima Virgen María y el justo y santo padre legal José, varón justo entre los justos e insuficientemente (en mi opinión) valorado por el hombre en general... os dejo con una entradilla y el enlace al sitio original, en la seguridad que os va a gustar bastante, y os dará un conocimiento mejor del contexto de tan enorme acontecimiento como fue el nacimiento del Salvador.
 Sacado del original en este enlace:


Admirable consonancia entre dos almas vírgenes

En el Antiguo Testamento la virginidad no gozaba del prestigio que llegó a disfrutar en la era cristiana; muy al contrario, el que no formaba familia o estaba impedido de tener hijos era considerado un maldito de Dios. "La espera del Mesías dominaba los espíritus a tal grado, que despreciar el matrimonio equivalía a una deshonrosa negativa de cooperar en la venida de Aquel que debía restaurar el reino de Israel" 1. De acuerdo a la opinión generalizada, José, llevado por una especial moción del Espíritu Santo, tomó la decisión de permanecer virgen toda la vida, pero, evitando individualizarse al contrariar las costumbres de su tiempo, se resignó a tomar esposa convencido de que el mismo Señor que había inspirado el buen propósito, lo ayudaría a llevarlo a cabo.

Así fue como, cediendo a las exigencias sociales, decidió pedir la mano de María, a la cual probablemente conocía dado que ambos pertenecían a la misma tribu y habitaban en la misma aldea. Todo indica que para entonces los padres de María habían fallecido y ella vivía bajo la tutela de algún pariente. Sin consultar la opinión de la joven, su tutor simplemente le comunicó que había aceptado la petición de un pretendiente para convertirse en su marido.

Se sabe que María había consagrado su virginidad al Señor desde la infancia.

Enlaces relacionados: http://tribunaavalon.blogspot.com.es/2014/11/mi-propio-cuento-de-navidad.html
 http://es.gaudiumpress.org/content/68141#ixzz3V7IpR1yJ

Comentarios

  1. No comparto tu fe, pero si comparto tus deseos. Un abrazo y feliz navidad amigo Alberto.

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus deseos, siento que no compartas mi fe aún, pero no desespero que Dios te toque el corazón algún día, pues nosotros no lo elegimos, es Él el que nos elige, y créeme cuando te digo que es lo mejor que te puede pasar en la vida. A mí me tocó directamente hace poco (ya os lo he ido contando) y aún siendo ya mayor me siento renacido, aunque haya hecho falta caer en el infierno como me pasó a mí.
      Un gran abrazo amigo Iván

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