Contrastes I

Una cosa tengo observada: Es subir al autobús un nuevo pasajero, da igual edad, sexo o raza, no pasan ni dos minutos sin que mire su teléfono, o lo encienda y se ponga a navegar. Son incapaces de estar solo atentos al entorno sin mirar el aparato, pareciera que su vida al otro lado de la pantalla es prodigiosamente maravillosa, en la mayor parte son mensajes de Whattsap, vulgo "guasas". No se  si  hablan con la familia, pero me malicio que no son de la familia.

Somos la sociedad más conectada y más individualista en la familia, tienen cientos de contactos y casi ninguno con sus familiares más directos, es como si hubieran sustituido los familiares por contactos, incluso algunos llegan a molestarse si lo padres les hacen una petición de seguirlos en la red, y dicen que se les quiere controlar.
Comparten más privacidades intimas  ante extraños mientras se cierran ante sus padres.
No quieren ser controlados por los padres, y luego son controlados por manadas de extraños.

¿Qué falla, qué se ha hecho mal?

Que unos padres intenten (porque están preocupados), saber dónde y con qué gente te juntas,  eso lo ven intolerable. Creo que no han sabido conquistarles como personas, que sólo ven a sus padres como proveedores y que también son personas poco dignas de imitar o de respetar por su valía personal, y cuando hay respeto, a veces se puede pensar si solo es miedo a perder las plusvalías.

Pero no todo es malo, o eso espero, esta tarde un joven latino estaba ensimismado en la parada en el móvil, llegado el autobús se levanta raudo y hace señal para que pare...cuando abre las puertas el bus el joven solicito me cede el paso.

Ya en el bus de vuelta, he observado la manifestación de amor de madre más grande hacia su bebé en su carrito, que sin petición previa del niño, y sin mirar el móvil, poniéndose en cuclillas, abraza a su polluelo con tanto amor que me ha dejado el corazón como gelatina.

He decidido de aquí en adelante, coleccionar hechos, sucesos y señales buenas, tiernas y edificantes; y en vez de que mis ojos solo vean tantas cosas malas, como si fuese un buscador de tesoros, en esta selva que es nuestra sociedad, y ya que tengo observados tantos errores y peligros, deseo investigar si las hay también buenas, no espero ver muchas, pero con unas pocas perlas me conformo.