Una cosa tengo observada: Es subir al autobús un nuevo pasajero, da igual edad, sexo o raza, no pasan ni dos minutos sin que mire su teléfono, o lo encienda y se ponga a navegar. Son incapaces de estar solo atentos al entorno sin mirar el aparato, pareciera que su vida al otro lado de la pantalla es prodigiosamente maravillosa, en la mayor parte son mensajes de Whattsap, vulgo "guasas". No se si hablan con la familia, pero me malicio que no son de la familia. Somos la sociedad más conectada y más individualista en la familia, tienen cientos de contactos y casi ninguno con sus familiares más directos, es como si hubieran sustituido los familiares por contactos, incluso algunos llegan a molestarse si lo padres les hacen una petición de seguirlos en la red, y dicen que se les quiere controlar. Comparten más privacidades intimas ante extraños mientras se cierran ante sus padres. No quieren ser controlados por los padres, y luego son controlados por manadas de extraños....